30/11/13

Historia 12. Las joyas del paraíso, DONNA LEON

LITERATURA


CUANDO LA INVESTIGACIÓN MUSICOLÓGICA LA ABORDA DONNA LEÓN 


“Caterina Pellegrini, experta en ópera del Barroco, rastrea la existencia de una valiosa herencia en unos documentos hallados por los descendientes de un genial compositor vinculado a la Iglesia católica. Caterina se adentra en la Venecia de finales del siglo XVII, investigando, sin proponérselo, la supuesta implicación del músico en el crimen más famoso de la época.” Seix Barral  Intriga, mucha música, ambición mundana, arduo trabajo, traiciones, incluso algo de sexo...  al estilo Donna León, tranqui pero sin tapujos. 

Otra cosa que me gusta de la León, el mantenimiento del suspense y su sinceridad en las tramas, en ésta como en otras. Cuando hablamos de novela negra o policíaca, el autor, me da igual a cuántos mate, pero quiero que me mantenga ocupada pensando en qué viene después. Aquí, Donna siempre acierta. Para cuando descubres el tema del libro, ya estás enredada en su trama.
    “-    Caterina, ¿me estás escuchando? –oyó que le preguntaba Roseanna.
-        No disculpa –dijo sonriendo avergonzada –pensaba en otra cosa.
-        ¿En qué?
-        En que hoy en día nadie valora la música de Steffani. Lamentaba tener que decirlo, pues se acordaba de la belleza de las arias y de la maestría de la que hacía gala en el Stabat Mater. Quizá había llegado la hora de que el buen obispo regresara a los escenarios.
-        A esos dos no les importa la música –dijo Roseanna.
-        Entonces, ¿qué es lo que les importa? – preguntó Caterina pensando en qué más podía haber perdurado a través de los siglos.
-        El tesoro.”

Esta mujer tiene una visión cinematográfica de la novela. Y no me refiero a su ritmo o a lo efectistas que puedan llegar a ser sus argumentos. Estoy hablando de lo visual que resulta su prosa sin malgastar, o incluso sin vestir demasiado sus descripciones,  que ayudan a posicionarte en los escenarios y situaciones en los que actúan los personajes. Son descripciones casi desnudas pero muy efectivas. Me sitúo, lo veo, me vale.

Además, yo le agradezco que no prometa aquello que no va a dar. Grandes tramas, terribles asesinos, importantes conspiraciones que luego, al solucionarse, no están a la altura. De eso nada. Donna sabe mucho de las flaquezas y debilidades humanas, que eso es suficiente para llevar a una persona al abismo y que nadie está a resguardo de padecerlas ¿No es esto peor que un asesino en serie que actúa cada 50 años?

Me ha agradado el balanceo constante entre una parte histórica (objeto de la investigación) y el presente de la prota. Esas idas y venidas entre el pasado y el presente evitan caer en la novela histórica (no tengo nada en contra de la novela histórica, me gusta la buena) permitiendo crear una novela de suspense entre el ayer y el hoy. Supongo que no es nada nuevo pero evita caer en la monotonía y, además, no me engaña entre el momento de distinguir entre los hechos reales y los inventados, algo que me da especial miedo de la novela histórica.

Música, ambiente e intrigas palaciegas. Poder político y religioso. El personaje al que investiga la protagonista es un clérigo, un obispo que salió de Venecia y vivió en algunas de las cortes alemanas de los principes  alemanes del s. XVII. Músico y con un trabajo político a realizar para la Iglesia católica. ¡Menuda mezcla¡

Música barroca, una de las grandes pasiones de la Leon. Ella misma ha declarado que este libro salió a la luz gracias a la intervención de la mezzosoprano Cecilia Bartoli. La cantante le convenció para que realizara uno de sus libros teniendo como centro argumental a la música barroca y a un músico, Steffani. Y ese amor por la música se nota. “De pronto le dio un vuelco el corazón. Fue totalmente involuntario: la sorpresa la agarró del corazón bien fuerte y le tensó la garganta. Encima del montón de papeles descansaba una partitura en la que unas notas ejecutaban su danza visual sobre las líneas que corrían de izquierda a derecha. Sin hacer ningún ruido que cualquier otra persona pudieses escuchar, Caterina empezó a cantar la música línea a línea y escuchó la melodía del contrabajo y los violines. Cuando pasó la página, vio la letra y supo que ya no daba voz a los instrumentos, sino que cantaba un aria” Me parece un lujo que la lectura tenga música.

También aparece una declaración de amor a la música barroca (yo no veo tantas cosas, pero lo suscribo)
“- ¿Y por qué la música barroca? ¿Por qué no algo más cercano en el tiempo? –preguntó con curiosidad sincera.
- Pero ¡si es moderna! –contestó ella sin pensar-. Tiene ritmos potentes y melodías pegadizas, y los cantantes pueden improvisar su propia música. –Al ver que en su rostro se esbozaba un interrogante, continuó-: Cuando se acercan al final de un aria, pueden cantar variaciones sobre lo que ha habido anteriormente: o bien se las escribe el director de orquesta o buscan una partitura que ya incluya las variaciones o se las inventan ellos mismos.”

Venecia, siempre Venecia. Con Brunetti (el personaje central de sus otras novelas) y con Caterina (la prota. actual). La verdad es que las citas sobre plazas, iglesias, calles, restaurantes, bares...) es tal que se podría hacer una guía turística sobre las andanzas de los personajes de Donna Leon en Venecia. Seguro que algún sagaza tour operador está ya diseñando el recorrido. Geografía de la ciudad: Café Florian, Castello, Vía Garibaldi, Riva dei Sette Martín, Campanrio San Georgio, La Madonna dell Orto, El Gran Canal.  Vive en Castello. La Biblioteca Marciana con vistas al Palacio Ducal. Donna Leon vive en Venecia desde el año 1981 y sigue enamorada de la ciudad. Se nota.

Donna Leon nació en Nueva Jersey, Estados Unidos, en 1942. Descendiente de familia italiana ¿seguro? Posee un sentimiento mediterráneo de la vida que cualquiera diría que ella nació en América. La importancia de la familia, de la comida (italiana sobre todo), de lo que supone el rato de la comida para un mediterráneo, la calma, el poder pasear y andar por la ciudad.

No será italiana de nacimiento pero es buena conocedora de algunos de los tics sociales de arrastramos los mediterráneos. Esa crítica social, a la vez que aceptación fatal de las cosas, del funcionamiento de muchos aspectos de la sociedad italiana. Suave pero aguda.
-        ¿Vino la policía? –preguntó Caterina.
-        Por supuesto. Llamé en cuanto vi lo que había ocurrido.
-        ¿Y?
-     Bueno, lo de siempre –dijo la signora Salvi, como si tratar con la policía formase parte  de una pesada rutina diaria-. Primero actuaron como si pensasen que lo había hecho yo y después dijeron que eran críos, que robaban cosas para pagarse drogas.”
 Más
“Steffani había sido cura. Caterina recordaba que también  había estado involucrado en   la política de las cortes donde había trabajado como músico, aunque ¿cuándo no se habían metido los curas en política?”

Pasión, belleza, armonía y puñaladas traperas. Como la vida misma. 

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