15/11/14

Lo pop up y yo



LO POP UP Y YO
Definitivamente, no estoy de moda, quiero decir, a la moda, que no es lo mismo, aunque sea verdad, en los dos casos. Pues eso, no sigo las tendencias que son último grito. Y da lo mismo el ámbito, vestuario, música, locales de copas, uso de tecnologías… ¡qué velocidad en el cambio y la renovación! ¿Por qué lo moderno tiene que ser breve en el tiempo? Fugaz en muchos casos. Un verdadero trabajo ir a la última y enterarte de la más fresca tendencias. Tan es así, que hace unos días escuche una noticia sobre los pop up, que llamó mi atención. Tiendas, eventos, encuentros, restaurantes de una sola noche… que se montan y desmontan para varias semanas, incluso días en algunos casos. Rápidamente metí la nariz en la Red que todo lo sabe, y cual es mi sorpresa al comprobar que la noticia que escuché, comentada con alguna pretendida intención de modernidad, hacía referencia a un fenómeno que tiene ya su recorrido, ¡y yo sin enterarme!

Total, que un montón de negocios, ante el panorama de los duros últimos años, se han estrujado el cerebro para ofrecer algo nuevo y en formato muy chic. Algo que hoy está pero mañana no. Esa provisionalidad da encanto al producto, generalmente son tiendas pero también pueden ser servicios de comidas, actuaciones. Efímero, exclusivo, irresistible.

De acuerdo, manual de instrucciones. Primero deberé consultar asiduamente la madre Red y todo tipo de suplementos super fashion,  para enterarme donde sale un negocio pop up seta, que como las del bosque, desaparecen con las siguientes lluvias. Actitud vigilante, entonces. Segundo, tendré que trabajar mis contactos sociales. Introducir la cabeza entre  gentes bien relacionadas para que si se celebra un cenorrio super chic, en casa de alguien que tenga sitio para ello, lo tendrá seguro, con cocineros trabajadores de la espuma hidrogenada, no dejen de invitarme. ¡ay, qué trabajos! Tercero ¿hay posibilidades de estar en esta onda si no se vive en una gran ciudad? Esto se pone cada vez más difícil.

Acabo de cambiar de opinión. Espero que como negocio funcione para quien lo trabaja, pero la fugacidad del pop up  me arroja fuera del mercado. Nuevos propósitos para vivir en mi flamante mundo demodé: funcionar a “tempo lento” (nada de andante con brío, voy casi de adagio); andar despacio, comer saboreando, conversar escuchando, leer asimilando, realizar una cosa detrás de otra; haraganear con el pensamiento (que las ideas y opiniones vengan a mí porque les da la gana); dormir despacito; escuchar las canciones hasta su término  y paladear los 1.440 minutos del día antes de ir en busca de los siguientes.
  





No hay comentarios:

Publicar un comentario