29/5/15

Historia 30. Cabaret Biarritz, JOSÉ C. VALES

Libro

“UN MUNDO DE
ELEGANCIA Y DISTINCIÓN”
¿Conoce usted Biarritz? Biarritz, Brighton, Deauville, Ostende, Dieppe, Spá, Niza, Bath, Capri, Baden-Baen, San Sebastían… ¡Ah! Aquel era un mundo de elegancia, definesse, de aristocracia, de distinción y exquisitez. Elegancia y distinción, señor Menuet () Pero con la guerra todo aquello se desmoronó ¿sabe usted? Demasiados hombres muertos, demasiadas mujeres compungidas. La guerra lo aja todo y deja un mundo harapiento y famélico.


Primera clave: la concepción.
Hay mil fórmulas. Cada autor  encuentra la suya adaptando un conjunto de herramientas a  sus gustos e intereses. De esta manera, nacen historias basadas enteramente en los diálogos de sus personajes o, por el contrario, en narraciones que no parecen tener fin y sin voz para sus protagonistas. Puede que el libro esté lleno de presentes que actualizan la acción o, quizá sea el pretérito perfecto el que recorra el relato. A veces, conocemos casi todo y el autor nos engancha con el cómo. Otras veces es el qué el que nos anima a pasar las páginas corriendo hacia el final. Y luego están, las historias con una cantidad variable de todos estos ingredientes. Pero lo de Vales ha sido una sorpresa. Un conjunto de entrevistas, sin pregunta-respuesta, que construyen el relato. La visión de un puñado de personajes sobre un hecho, la muerte trágica de una muchacha en el Biarritz de los años 20. Esa es la excusa para que cuadrilla de personajes, entrevistados por un periodista, cuenten la historia desde su punto de vista. Con todos ellos se construye un fresco muy divertido de la sociedad del Biarritz. Es una delicia escuchar a cada uno de ellos contando su versión, o lo que quieren que sepamos, y comprobar cómo hablan de la verdad de los demás.

Segunda clave: el lenguaje.
Es fabuloso su uso del lenguaje. Se nota que Vales es un devoto, un rendido admirador del poder de la palabra, de su uso certero y adecuado, del valor de su contenido y del poder de sugerir que tiene un vocablo al ser  el elegido y no otro. Un enamorado del arte de juntar palabras. Así que es un placer pararse un poquitín a paladear el vocabulario, los giros, las expresiones de los personajes cultivados frente a la frescura de las clases más bajas que hablan con la misma naturalidad y la forma directa con la que viven. Los extremos están representados. Los miembros más cultivados que despliegan un engolamiento verdaderamente divertido hasta llegar a la base social en los que aparecen ejemplos en los que el discurso se pierde en un laberinto de explicaciones  jugoso y vano.

Un director de hemeroteca frente a una sirvienta…
¿Ve a aquel grupo de jóvenes muchachas junto a la ventana? Son las representantes del sentimiento sentimental. No habrá visto usted sentimientos más sentimentales y emociones más emocionantes reunidas en un solo cenáculo. Son las adoratrices de las realidades evanescentes, las sacerdotisas del lloriqueo y la quejumbre, de la incomprensión del mundo, de la neurosis, del suicido superior, de la clase nobiliaria y esnob de la cultura, del refinado esteticismo, del flujo de la conciencia…

Tercera clave: el humor.
Bendito humor, que dice más que lo que cuenta y además entretiene y ahuyenta los momentos cenizos. Bien, pues ese don recorre toda la historia convirtiéndose en protagonista omnipresente. Hay tantos guiños que permiten dibujar la sonrisa casi casi permanentemente. Posee el toque inglés del humor suave, inteligente e incisivo que se ríe de lo propio y de lo ajeno. Vales nos quiere divertidos, atentos y muy entretenidos.

“La señora Chloé Villequeau nunca mencionó aquello.  Ni me agradeció ni me reprochó lo que hice, y en eso veo cuál es el abismo que separa a los criados de los señores. Pero como a mí no me gusta hablar mal de nadie y sé muy bien cuál es mi lugar en este mundo, no anduve con murmuraciones a nadie, salvo a la señora Prie, porque siempre me obligaba a contarle todo, a Françoisette, porque era amiga del alma,  al cartero, que…”

“Durante varias temporadas fue aclamado por la crítica y el público un cuadro dramático titulado “El serrallo de Nabucodonosor”. (Nabucodonosor estaba interpretado por un negro libio dotado de unas condiciones interpretativas excepcionales que compartía con doce alegres huríes)”

“Ayer día 28 de julio los pescadores del puerto de Biarritz encontraron el cuerpo cadáver de una joven desaparecida tres días antes en la villa. La joven, de nombre Aitzane Palefroi, tenía dieciséis años y era aprendiza en la librería Operclaritz; apareció desnuda, ahogada y completamente muerta…”

Vales ha jugado con nosotros de igual manera que los personajes lo hacían con el entrevistador. El autor ha construido una farsa en la que ha cuidado todos los detalles con el objetivo de hacernos pasar un magnífico rato, a buen seguro el mismo que  ha pasado él componiendo su historia. 


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