15/7/15

Santidad Cívica

SANTIDAD CÍVICA




Después de ojear la mayor parte del periódico, llego distraídamente a los obituarios y la mirada se queda enganchada. ¡Ostras, un notición semi-oculto¡ Una historia  poco noticiosa y esencial. La leo con detalle. Nada nuevo, porque si se trata de hablar de temas relacionados con la bondad y la humildad, o mejor dicho, conmemorando y festejando las mismas, la venta de periódicos se resiente y los radio oyentes no parecen retenerla ¡Pasan tantas cosas en el mundo que…! Y es verdad que el mundo es grande y agitado, no obstante, no creo que abunden individuos que puedan apuntar en su historial el haber salvado la vida a 669 niños.

El 1 de julio, murió a los 106 años Nicholas Winton. Este ancianito, en sus años mozos, en los primeros meses de 1939, organizó la salida desde Praga de todos esos niños escapando de la amenaza nazi. Los niños, una vez en el Reino Unido, eran distribuidos en familias que se prestaban a acogerlos. Winton, una vez acabada la II Guerra Mundial siguió realizando acciones solidarias. No obstante, sobre la existencia de esos niños salvados, ni su mujer supo nada hasta muchos años después. El gran público supo de su existencia en 1988 gracias a un programa de la BBC.

Lo cierto, es que este hombre tenía al menos dos cualidades por arrobas: bondad y humildad. Bondad a chorro, a granel, hasta desbordar. Hay una abrumadora mayoría de gente buena (estoy positiva), buena con peguicas, con peros, pero en esencia buenos. No obstante, una cosa es ser bueno y otra es empeñarse en hacer el bien. La mayoría de los ciudadanos no quiere hacer el mal, pero hacer el bien, implicarse, molestarse, incluso arriesgarse, salir de la zona de confort… eso ya es otra cosa. Allí hay menos voluntarios. En cuanto a la humildad, tampoco abunda en demasía personajes que teniendo de que vanagloriarse son humildes a tiempo completo, en secreto. Incluso hemos acuñado un concepto para disculpar, a la par que condenar, esas naturales inclinaciones humanas: falsa modestia. Nicholas Winton tenía también modestia y humildad como para prestar.

Puestas así las cosas, he pensado rellenar una instancia dirigida al Vaticano, departamento de Santidad Cívica, para que echen una ojeada al curriculum de este hombre. ¡Corcho! No he visto las bases de la Santa Sede, ¿dará el perfil mi patrocinado? No sé, no sé…


         

Hay hombres que luchan un día ...y son buenos...hay otros que luchan un año y son mejores...hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida... esos son los imprescindibles. (Bertolt Brecht)

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