7/2/16

Historia 38. Madama Crisantemo. PIERRE LOTI

Música


UN MUNDO AJENO
Así como la voluntad estética en multitud de manifestaciones de la vida es claramente reconocible para mí, tengo que confesar mi absoluta impermeabilidad para sus manifestaciones musicales. Aunque nunca se puede generalizar, aunque solo fuera por principio, tengo en el oído un taco de madera para la música tradicional japonesa. Este hecho no deja de sorprenderme, no por la dudoso calidad de mi oído, sino que una cultura me llegue y conmueve en alguna de sus manifestaciones artísticas y en estas, como es la musicalidad o me duerme o irrite, lo cual ya describe mi predisposición para ella. De todas formas, he buscado alguna pieza musical interpretada por el instrumento que tocaba Madama Crisantemo (puede que sea una cuestión de insistir)

"... A mi espalda una musiquilla triste, triste hasta hacer estremecer -y tenue, tenue, como el canto de las cigarras-, comenzó a dejarse oír ensordinda; elevóse, después, gemebunda, como la débil queja de un alma japonesa en pena y angustiada en el aire silencioso de mediodía. Eran Crisantemo y su guitarra, que se despertaban juntas..."

          

Una de las consecuencias más brillantes del libro de Loti fue la composición por parte de Puccini de la ópera Madame Butterfly. ¿Loti pensaría de la composición que era un ejemplo más de japonismo digno de ser perdonado?

"Verdaderamente, todo un embrollo de novela parece apuntar en mi horizonte monótono; toda una intriga parece querer anudarse en medio de este pequeño mundo de musmés y de cigarras. Crisantemo enamorada de Yves; Yves, de Crisantemo; Oyuki, de mí; yo, de nadie... Hasta habría materia para un gran drama fratricida, si estuviésemos en un país que no fuese éste; pero estamos en Japón, y dada la influencia de este medio, que atenúa, que achica, que ridiculiza, no resultará nada de eso. "

                         

No me puedo resistir a John Williams
                  


La trucha. Como título de una obra musical encajaría perfectamente en la concepción japonesa. La dedicación de una pieza clásica a un mondo y lirondo pez no me encajaría a priorio con Shubert, pero aquí está. Todo un lujo.
                               

Y porque lo hermoso lo es sin más justificación...
"Siempre el ruido de cigarras, estridente, inmenso, eterno, que brota día y noche de las campiñas japonesas. Está por doquier y sin cesar, tanto en las ardientes horas del día, como en las frescas horas de la noche. En medio de la rada, desde el momento de llegar, ya lo habíamos oído, procedente de las dos orillas a la vez, de las dos paredes de montaña. Es obsesionante, infatigable; es como la manifestación, el ruido mismo, de la vida especial de esta región de la tierra. Es la voz del estío en estas islas; es un canto de fiesta, inconsciente, siempre igual a sí mismo, y aparentando siempre hincharse, elevarse en una mayor exaltación de la alegría de vivir."

          


Mil gracias a mi asesor musical

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